LA TELE ES DESPLAZADO

La televisión digital ese gran invento del siglo XX , y que destronó a la radio en el poder mediático utilizando sus mismas armas para llegar a los hogares (ondas herzianas), se enfrenta ahora a todo un arsenal de medios digitales para conseguir mantener su imperio en la era de la Sociedad de la Información. En Europa, los comandantes de la tele eligen la tecnología digital terrestre (TDT) para no quedarse atrás frente al avance de otras plataformas, como las que ofrecen transmisión por cable, por satélite o por Internet. Pero el fracaso hace tres años del modelo de negocio de la primera cadena de TDT, les ha hecho optar por mantener sus emisiones en abierto y de forma gratuita.Impactos televisivos ineficaces a precio de oro La saturación publicitaria en televisión está restando la eficacia de los spots que tanto desean los anunciantes, a juicio de expertos en publicidad , las posibilidades la tienen las nuevas tecnologías. Conforme a las mediciones de audiencias de Infoadex y Sofres, el departamento de investigación de la agencia de medios Carat se ha hecho su propia composición de lugar: 39,2 personas de cada 100 que vieron un spot determinado en el primer semestre del año pasado consiguió recordarlo, lo que resulta ser un 11% menos que en 2001; pero más preocupante parece que cada uno de estos impactos publicitarios costara a los anunciantes un promedio de 22,9 euros, un 35% más que en 2001.

Márketing: Los ‘dinkis’, un mercado muy rentable Según un reciente estudio de investigación de mercado efectuado por la consultora Millward Brown, unas 800.000 parejas (el 4,3% de la población mayor de 24 años) pueden catalogarse como dinkis (Double Income No Kids –salario doble sin hijos), término acuñado en el Reino Unido. Se trata de convivientes, con edades entre los 25 y 35 años, que retrasan el tener hijos para “poder disfrutar de un nuevo estilo de vida como prolongación de la juventud”. Frente a la familia tradicional, los dinkis cuentan con un alto nivel económico, son más ambiciosos profesionalmente, consumen más tecnologías y productos culturales, navegan por Internet el doble de tiempo, viajan más, comparten las labores del hogar y rinden culto al cuerpo. Se convierten así en un mercado muy rentable a tener en cuenta.

r.c.