03 julio 2006

Un nuevo tratamiento para el cáncer de hígado permite que la lesión no crezca al ritmo habitual (Por CONSUMER.es EROSKI )

La Clínica Universitaria de Navarra es el centro europeo con mayor experiencia en la aplicación de esta terapia, que está indicada para el tratamiento de los hepatocarcinomas y los tumores primarios de hígado que no admiten cirugía, así como para las metástasis que trasladan el cáncer de otros órganos (gastrointestinales, renales, pulmón o mama) a éste. El procedimiento se caracteriza por radiar directamente los tumores, respetando los tejidos sanos del hígado sin llegar nunca a afectarlos.
"El tratamiento de radioembolización no cura, pero permite que las lesiones no crezcan al ritmo habitual, consiguiendo el control, no la erradicación, de la enfermedad en más del 90% de los casos, a veces durante periodos prolongados", aseguró Bruno Sangro, de la unidad de Hepatología de la Clínica Universitaria, donde ya se ha tratado a 78 pacientes. Ese periodo es, por término medio, de un año, aunque existen casos en los que se ha logrado detener el crecimiento de los tumores durante tres, mantiene Sangro.
La radioembolización es una técnica similar a la braquiterapia que ya se está utilizando contra los tumores de pulmón y próstata. En la braquiterapia las semillas se ubican en el tejido mediante una inyección, con precisión absoluta, y se tiene que ir repitiendo el proceso. En la radioembolización, las microesferas marcadas con Ytrio-90 se sueltan en el torrente circulatorio para que impacten más lejos, en función del flujo sanguíneo, así se permite tratar varios puntos a la vez. Por este motivo, la única excepción para emplear este tratamiento es que no puede emplearse en tumores ubicados en el hígado sin irrigación arterial
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