02 febrero 2006

No se quede sin internet


Dependemos, algunos en mayor proporción que otros, pero todos ya dependemos de las tecnologías de Internet como medio de comunicación, y en especial como reemplazo a otros medios que antes utilizábamos con alta frecuencia, como el correo físico, el fax y hasta las llamadas telefónicas.La facilidad de uso, bajo costo, y prácticamente el sentido de inmediatez en el contacto que nos da el uso de estas tecnologías hacen que por excelencia hayan reemplazado las que mencionamos en el párrafo anterior. Adicional al medio de la comunicación en sí, también hemos utilizado estas tecnologías para "virtualizar" procesos como el envío, archivo y seguimiento al correo físico, el cual hemos abolido. . También hemos abolido el "perseguir" o jugar al "gato y al ratón" por el teléfono, reemplazándolo por el correo electrónico. Para contactos con clientes, hemos "facilitado" el acceso a información, a sistemas de autoconsulta, y al manejo de formularios en la Web. Todos excelentes métodos para mejorar nuestra atención al cliente, sin embargo, solo funcionan si las conexiones a la Internet están activas.Nadie hasta ahora ha vaticinado la reducción de la velocidad con la cual se adoptan las tecnologías de Internet, ni tampoco que se haya copado la capacidad creativa de generar nuevos productos que permitan migrar casi todo lo que hacemos a la Internet. Hace unos años fue el correo electrónico, mas reciente la Web, y ahora la conformación de redes de voz sobre IP, llevarán también nuestro sistema de comunicación telefónico a depender de la Internet.Participar de la red exige que nuestro proveedor garantice "conectividad" el 100% de las veces que yo me quiero conectar. Con las tecnologías de banda ancha, se presume conectividad siempre, a diferencia de la conexión conmutada que cada vez que necesito acceder a la red, debo marcar para conectarme. Sin embargo, también podría darse el caso de tener una conexión permanente, realmente no haya hacia adonde ni de donde obtener información, por fallas en otras secciones de la comunicación, como puede ser en el servidor, o en la conexión desde el proveedor de Internet hacia la propia Internet.Se hace indispensable entonces tener un plan de contingencia para cuando nuestro acceso a Internet falla, o falla el acceso que puedan tener nuestros clientes y/o socios de negocio a la Internet.Por lo general los fallos se dan en un punto específico de la red, y en la gran mayoría suceden entre el PC que estamos utilizando y la empresa que nos provee la conexión a Internet. Otro tipo de fallos sucede directamente en las conexiones y equipos del proveedor, fallos que deberán ser manejados con planes de contingencia en su proveedor. En caso que su utilización de Internet sea crítica, recomendamos tener muy claro con su proveedor cual es el nivel de respaldo, rutas de contingencia para conexiones internacionales, equipos de respaldo en caso que el servidor falle, entre otras.Para nuestra conexión al proveedor, existen varias alternativas. Una es tener una cuenta de acceso con otro proveedor para casos de contingencia. No nos gusta como usuarios tener que manejar doble costo para acceder al mismo servicio, pero si es crítico no hay de otra. Se pueden aprovechar las cuentas en modo de Internet por demanda, o sistemas de tarjeta prepago del otro proveedor como contingencia. Los esquemas de conexión gratuita permitían este tipo de contingencia sin incurrir en costos adicionales, aunque la disponibilidad no fuera la deseada. Ya ni siquiera son alternativas.En conclusión, seleccione bien su proveedor, y provéase de una forma alterna de acceder a la Internet si su conexión le falla. Para los demás servicios como alojamiento de su sitio Web, manejo de aplicaciones bajo modalidad ASP, entre otras, "métasele en la cocina" al proveedor y analice si el plan de contingencia establecido cumple a satisfacción con sus requerimientos de respaldo.

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